domingo, 8 de febrero de 2009

MARAVILLOSO DOMINGO.

Domingo. Porqué nos gusta tanto los domingos; cuando yo era pequeña, recuerdo los domingos por el desayuno de huevos fritos con patatas que nos preparaba mi padre, cuando mis hijos eran pequeños, era el día de tener a su padre en casa, venir ellos corriendo a nuestra cama y pasar la tarde entre risas, sin deberes, ni baños, ni carreras; hoy en día, no tengo huevos fritos para desayunar, no tengo niños pequeños que me hagan desear el fin de semana, no trabajo, hace muchos años decidí ser "maruja" o lo que es lo mismo, dedicarme a los míos, y los "niños" que me quedan en casa, son lo suficientemente mayores, para que algunos domingos a la hora de levantarnos todavia, no hayan llegado, pues a pesar de eso me ! encantan los domingos! Hasta Boris, mi perro, parece que lo sabe. Los domingos no me pongo reloj, o por lo menos lo procuro, mi reloj de los domingos es el latido del corazón, y lo escucho y disfrutas de ese tic_tac acompasado que te hace mirar por la ventana y ver si el día esta bonito o no, con otros ojos diferentes al resto de la semana. Disfrutas del tiempo, te recreas en el, lo paladeas. Está demostrado que los niveles de felicidad, una vez cubiertas las necesidades básicas, no varían gran cosa por muchas posesiones que amasemos. Lo bueno es "el tiempo". Ese bien tan escaso. Lo bueno son los amigos, la familia, las inquietudes personales....todas esas cosas que se pueden disfrutar cuando hay tiempo. Hoy ha venido a comer mi hijo mayor con su mujer, hoy libraba, si no, no nos vemos, no hay tiempo, y nos reimos y charlamos, y sin hacer nada especial, tumbados cada uno en un sillon, dejamos pasar el tiempo....sin prisas , sin horarios, dejándonos llevar por lo que va surjiendo en cada momento....lo dicho ¡me encantan los domingos!

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