lunes, 18 de mayo de 2009

El SEÑOR MARQUES Y SU COMITIVA, PASAN UN DIA DE CAMPO

¡Yo, no pienso viajar con el inserso y mezclarme con la chusma canalla que anda por ahí!
Con estas palabras y otras lindezas, nos deleitaba este sábado, en la finca del "otro marqués", el señor Marqués de...no me enteré muy bien de donde, pero si le pude oir dar una disertación sobre su antecesor el Marqués de Meyniel.

Con un día soberbio, pasamos el sábado,en Arenas de San Pedro, en la finca de Paco, el "otro marqués", después de enseñarnos su playa privada, su pozo de agua natural, y de ver o mejor dicho adivinar, donde acaban sus tierras, ya que la vista no alcanzaba a tanto. Entre pinos y alcornoques, nos contó, como todo aquello, fue en su tiempo un vergel, melocotoneros, higueras, albaricoqueros, guindos, etc...bordeando el río, campos de viñedos, que el mismo vigilaba en los veranos que pasaba con los abuelos. Su mujer, Emilia, "la marquesa", nos hizo los honores, preparando platos y platos de comida, que, nosotros los mortales de a pie, degustamos sin parar desde la mañana a la noche, mas que un día en el campo, aquello fue como las Bodas de Camacho del Quijote. Quesos, embutidos, morcillas, fabada, cocido, con su sopita incluída, costillas adobadas , oye, de cerdo ibérico, no de un cerdo normal, no, ¡de cerdo ibérico!, asaditas en la parrilla, por la mano experta de Antonio, y aderezadas, por algun muslo que otro de hormiga, pero no cualquier hormiga, eran primas hermanas del cerdo ibérico, y según Antonio, tenían ¡unos muslos!

También corrió la bebida y entre el calor y la comida, alguno que otro, se tuvo que ir a lavar la cara y refrescarse un rato. Dando un paseo por la tarde, llamamos a Rosa Mary, todos teníamos en mente a Avelino, que está pachucho, a informarnos como se encontraba y mandarles desde aquí, un montón de besos y abrazos. El señor Marqués, nos hizo pasar una tarde memorable, la "saga de las Pereira", tuvo la culpa. Él, hizo un análisis de cada una, y llegó a la conclusión, que su elección, había sido la mejor sin duda. ¡ Cada una tiene lo suyo, pero juntas, no hay quien pueda con ellas, son de temer!, dijo el marqués.

¡Menos mal, que el "padre Carlos", ya está acostumbrado a "esta familia", porque si no, ya los había excomulgado a todos!. La rama cubana, ¡Ay, perdón, Ernesto!, la rama "asturiana que vivió en Cuba",(¿así, mejor?), también nos hizo pasar muy buenos momentos, ese peloteo, "mi tita preferida, mi tito preferido", parece ser que causa envidia en los "titos de Villalba". Ah!, un inciso, quiero hacer una rectificación, en el relato "por una cuba libre", tengo que hacer dos aclaraciones, la primera, me especifican, que José, no fue ha hacer las américas, tal como lo entendemos, fue a hacer fortuna, porque se enamoró, de la mas rica del pueblo, y decidió irse para estar a la misma altura, lo malo, o lo bueno, diría yo, fue que allí conoció a otra persona que le hizo olvidarse de a lo que iba, la otra aclaración es "una de erratas", el ordenata, que me cambió, las letras, puse Layma en vez de Lamya. Espero haber hecho las aclaraciones correctas, sino, en la próxima comida, me las explicais de nuevo. Allí, dejamos a Emilia y Paco recogiendo y poniendo en orden los restos de la feliz jornada y el resto de la comitiva, emprendió el regreso a sus moradas, incluído el Marques y su señora esposa, que emprendieron la vuelta con nosotros, conducidos y guiados por el "padre Carlos", y asi terminamos el día.

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