Hay dos premisas en mi día a día, que procuro seguir para poder compaginar mi ser con mi mente y viceversa, aunque algunas veces me cueste y otras, no lo consiga del todo, igualmente pido, al resto del mundo que lo practique, o por lo menos a las personas que de una manera u otra, se relacionan conmigo.
Una es respetar al que tengo enfrente, de la misma manera que exijo ese respeto para mi, y que practico conmigo mismo, y la otra es asumir las consecuencias que las palabras o, y, las acciones que decimos o, y, hacemos, tengan.
Dicho esto, quiero agradecer a todos aquellos que bien por llamada telefónica, bien por email, se han interesado por el estado de mi contrario. Muchas veces por razones de tiempo y lugar no he podido contestar o he tenido que cortar la comunicación, desde aquí, mi agradecimiento para todos. El susto ya pasó, y ahora nos dedicaremos a afrontar la segunda fase, que esperamos sea rápida y que todo salga fenomenal. De nuevo, gracias y hasta pronto.