viernes, 18 de diciembre de 2009

CARTA A LOS REYES MAGOS

Queridos Reyes Magos:
Otro año, nuevamente, volvemos a estar en contacto.
Ha sido un año un poco complicado, nada fácil para algunos, porque la vida se nos retuerce a veces haciendo unos nudos, muy difíciles de desatar, olvidándonos de unir intuiciones con conocimientos, emociones con razones y sueños con realidades.Crisis de crisis, económicas, emocionales e irracionales. A veces nos hemos portado bien, a veces mal, a veces sin querer y otras queriendonos creer pequeños dioses. Y para culminar el año, una cosa pequeñita, pero que es lo más importante para sus papàs, para sus abus y para todos los que sabemos de su existencia, ha sentido que la vida temblaba bajo sus pequeños pies, que de sus manitas ya no salían"fantasmas", ni contentos, ni tristes, que su pequeño mundo, se reducía en unos días a la habitación de un hospital,donde unos señores con bata blanca, le hacían juegos malabares con agujas y tubos, borrando sus sonrisas y alimentando sus llantos.....

Otra vez, nuevamente, volvemos a estar en contacto, y con mas ilusión que nunca y mejores propósitos que ningun año, pongo mi petición en los zapatos:
Melchor, a ti te pido una caja grande, muy grande, llena de aceptación, comprensión y paciencia, para mi y para los míos.
A ti Gaspar, a ti te pido un gran saco cargado de esperanza, ilusión y amor, por kilos, por toneladas, para mi y para cada una de las personas que me rodean.
Y a Baltasar, mi rey preferido, a ti te pido fe, mucha fe, montones de fe: en la vida, en la medicina, en sus avances, en las personas con bata blanca, en el amor, en la familia, en las personas con el corazón blanco,.....en el ser humano principalmente, quiero creer y creeros, un año mas, esperaros con el corazón y pediros que en una noche mágica, me vuelva niño y vea mis zapatos llenos de éstos regalos.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

¡¡FELICIDADES!!

Ayer, con la navidad en puertas, y homenajes en todas las esquinas, el club de los miércoles, celebró en una comida, que estamos aquí, contentas con nuestra vida, y dispuestas a disfrutar de ella y con ella, felicitamos a la "violinista" por conseguirlo un año más, y con el brindis nos reafirmamos en nuestra amistad, sellada con el tiempo y llegadas a la conclusión de que tenemos una edad maravillosa, una edad, en la que dejas de ser visible para muchos, pero entras en esa invisibilidad en la que sin dejar de ir, estas de vuelta.
Una edad, en la que yendo, las ves venir.
Una edad, en la que ya no tragas, sino que paladeas y las mas veces, saboreas.
Una edad, en la que ya no jadeas, sino que respiras y las mas veces, acompasadamente.
Una edad, en la que sonríes por fuera y por dentro al mismo tiempo.
Una edad en la que escuchas, además de oir.
Una edad, en la que tu ilusión, es ilusionar.
Una edad, en la que el disfrute, por todo y para todo, es nuestro alimento principal y diario.
Un edad, en la que la inamovible escala de valores de la juventud, fluctúa constantemente, según va apareciendo el otoño en nuestras mentes.
Una edad, en la que subes al "trastero" de vez en cuando, pero sólo abres las cajas que te aportan sonrisas en el alma y nostalgias en la piel.
Una edad, en la que a punta de experiencia puedes otear todo el horizonte, en el que , ni el negro, es tan negro, ni el blanco es tan blanco.
Una edad, en la que descubres el gris.
Y precisamente en esos grises de la vida, encontramos el placer de la convivencia y el valor por el respeto, tanto por uno mismo, como por los demás.
¡Felicidades!

jueves, 10 de diciembre de 2009

EL CLUB DE LOS MIERCOLES: PON UN "CAOS" EN TU VIDA

En esta loca vida que llevamos, todo se mueve a golpe de reloj, horarios y rutinas. El calendario vital que sin darnos cuenta nos hemos impuesto, nos va marcando nuestros momentos, sin que podamos escoger; apenas has terminado una cuestión, visita o tarea, el gong! silencioso de nuestro reloj interno, ya te va dirigiendo los pasos para la siguiente rutina programada. De tanto ejecutar, cumplir, hacer, programar y ejercer, nos olvidamos de ser.Este reloj imparable de la rutina, nos esconde el tiempo del cálido estar, el de los sublimes momentos de hundir nuestros dedos llenos de vida, en la húmeda y resbaladiza masa de lo imprevisible..

¡Me mata la rutina!. Párate un momento, sustituye el espejo por paisaje, háblate sin escucharte y muévete al compás que te marquen el viento, la lluvia, el momento, el lugar, sin horas que contar, ni tareas que completar, sustituye el placer por la rutina, aliméntate de tus decisiones y pon un "caos" en tu vida. Que cuando caiga la noche sobre tu mente, te sientas libre, sin las ataduras rutinarias que nos imponemos a golpe de "tengo que hacerlo" o a base de "no he hecho nada en todo el día". Que asi sea. Salta obstáculos a fuerza de ir cambiando planes y sustituyendo tareas por apetencias.

Yo ayer moldeé con mis dedos de vida, la masa esponjosa de lo inesperado y puse mis sentires a disfrutar, de repente, miré por la ventana, olí y vi la niebla y me olvidé, mejor dicho, quise olvidarme del reloj del estrés del día, dí un portazo a mis obligaciones y puse un "caos" en mi vida paseando por el parque a las 9 de la mañana, disfrutando de la alfombra de hojas sobre la hierba, de los árboles, todavía con el rocío de la mañana, del olor a tierra mojada, de mi interior, que me pedía a gritos ese paseo, relajando mente y cuerpo, ahuyentando malas conciencias y recibiendo con los brazos abiertos, este pequeño caos que me emocionó el alma y me alegró la razón

miércoles, 2 de diciembre de 2009

LAS ESQUINAS DE LA VIDA

No existe mapa que nos marque la ruta de nuestra vida. Lo vamos construyendo nosotros mismos, con nuestras acciones, ejecuciones, elecciones y como no, con nuestras equivocaciones.
Este camino, está plagado de recovecos y a menudo hay que doblar esquinas y mirar en la otra dirección, no vale quedarse parado en la esquina de la vida, hay que doblarla y continuar.
Cuando somos pequeños nos enseñan a hablar, a andar, a comer, mas adelante nos hacen ver que necesitamos ciertos conocimientos para movernos sobre este mapa, pero no nos enseñan a interpretarlo, a enfrentarlo, a resolver un desacuerdo.

Todo se construye desde el entendimiento y todo se destruye desde el enfrentamiento
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Es, en uno de esos recovecos y al llegar a esa esquina de la vida, que cada uno sabe, el porqué se llega allí y se ancla en ella , creyéndose en posesión única y exclusiva de su verdad, perdiendo el respeto a los demás y principalmente a uno mismo, digo que es y será, al doblar esa esquina y mirar en la otra dirección, a través de los tiempos, a través de los años, a punta de experiencia, cuando vas vislumbrando el camino, la ruta, el mapa, el intrincado laberinto de la vida con sus calles que se cruzan, respetando sus direcciones, que terminan donde empieza la siguiente o siguen donde acaba el comienzo, con sus diferentes puertas y sus únicas cerraduras.

Hay puertas que se nos cierran porque no sabemos abrirlas. Buscamos la llave maestra, olvidando que ésta, lo es, porque se adapta a todas las formas de cada una de las diferentes cerraduras. Si nos quedamos en una de esas esquinas, pequeñas, húmedas y frías, donde sólo queda espacio para el aislamiento, ese moho, en el que germina el orgullo, la tristeza y a veces incluso el odio, no sabremos razonar, escuchar y cuando proceda aceptar y asumir.

Hoy creo que alguien a doblado esa esquina de la vida, que la estaba abatiendo con ese viento que anida en ellas, que enfría los sentires y congela los razonamientos, que nos pone telarañas en el alma y nos ahoga en nuestro propio rencor, paralizándo los perdones y axfisiando los encuentros, la ha doblado y ha visto el mapa, su mapa, ha decidido mirar en otras direcciónes y abrir puertas con las llaves del sentimiento, del entendimiento y del perdón.
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