miércoles, 2 de diciembre de 2009

LAS ESQUINAS DE LA VIDA

No existe mapa que nos marque la ruta de nuestra vida. Lo vamos construyendo nosotros mismos, con nuestras acciones, ejecuciones, elecciones y como no, con nuestras equivocaciones.
Este camino, está plagado de recovecos y a menudo hay que doblar esquinas y mirar en la otra dirección, no vale quedarse parado en la esquina de la vida, hay que doblarla y continuar.
Cuando somos pequeños nos enseñan a hablar, a andar, a comer, mas adelante nos hacen ver que necesitamos ciertos conocimientos para movernos sobre este mapa, pero no nos enseñan a interpretarlo, a enfrentarlo, a resolver un desacuerdo.

Todo se construye desde el entendimiento y todo se destruye desde el enfrentamiento
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Es, en uno de esos recovecos y al llegar a esa esquina de la vida, que cada uno sabe, el porqué se llega allí y se ancla en ella , creyéndose en posesión única y exclusiva de su verdad, perdiendo el respeto a los demás y principalmente a uno mismo, digo que es y será, al doblar esa esquina y mirar en la otra dirección, a través de los tiempos, a través de los años, a punta de experiencia, cuando vas vislumbrando el camino, la ruta, el mapa, el intrincado laberinto de la vida con sus calles que se cruzan, respetando sus direcciones, que terminan donde empieza la siguiente o siguen donde acaba el comienzo, con sus diferentes puertas y sus únicas cerraduras.

Hay puertas que se nos cierran porque no sabemos abrirlas. Buscamos la llave maestra, olvidando que ésta, lo es, porque se adapta a todas las formas de cada una de las diferentes cerraduras. Si nos quedamos en una de esas esquinas, pequeñas, húmedas y frías, donde sólo queda espacio para el aislamiento, ese moho, en el que germina el orgullo, la tristeza y a veces incluso el odio, no sabremos razonar, escuchar y cuando proceda aceptar y asumir.

Hoy creo que alguien a doblado esa esquina de la vida, que la estaba abatiendo con ese viento que anida en ellas, que enfría los sentires y congela los razonamientos, que nos pone telarañas en el alma y nos ahoga en nuestro propio rencor, paralizándo los perdones y axfisiando los encuentros, la ha doblado y ha visto el mapa, su mapa, ha decidido mirar en otras direcciónes y abrir puertas con las llaves del sentimiento, del entendimiento y del perdón.
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2 comentarios:

  1. Por fin te leo. Aupa la escritora
    Yo aqui estoy luchando con este chisme
    Nos vemos el miercoles Un beso Isabel

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