viernes, 8 de abril de 2011

APRENDIENDO A RENUNCIAR.





Renunciar es un arte y también una habilidad que, cuanto mas se practica, más se domina.En algún momento de la vida hay que aprender a renunciar y voy observando día a día que es, en la segunda mitad de la vida cuando mas renuncias se nos presentan, y cuanto mas cuesta admitirlas, si bien es verdad que si queremos llevar esta recta final, satisfactoriamente, debemos aprender a renunciar.

En esta segunda mitad, se nos pide que renunciemos a la juventud cronológica, a la maravillosa y embriagadora sensación de tener todo el tiempo del mundo por delante para hacerlo casi todo, a la resistencia, a la fuerza.... se renuncia a vivir con esos hijos que trajiste al mundo, al trabajo que te definía, en algunos casos, al hogar del que guardas tantos y tantos recuerdos y la mas dura, aprendemos la renuncia de algunos seres queridos que ya no están con nosotros.

Por suerte, estas renuncias no se realizan de una sóla vez, y con el paso del tiempo, se aprende a renunciar.
Unos lo hacen con amargura, otros con llanto, algunos con desespero y los mas con resignación y muchos lo intentamos día a día con una sonrisa, aunque a veces suene a ironía.

No acumules, no te aferres demasiado a los recuerdos, disfruta de las experiencias mientras duren y luego prescinde de ellas. A partir de ahora las circunstancias cambiarán y no por fuerza a peor. Vívelas y disfrútalas. Renuncia a acontecimientos e identidades del pasado. Deja que quienes te rodean crezcan y cambien.

En cuanto entendamos que nada es nuestro para siempre, ni la juventud, ni el puesto de trabajo, ni los hijos....podremos disfrutar al máximo de aquello que la vida nos ofrezca a partir de ahora.

E

2 comentarios:

  1. Me ha encantado esta entrada tuya a nivel personal :) por diferentes situaciones que estoy viviendo y que la verdad describen a la perfección lo que tu dices, y que es la mejor de las salidas :) gracias por esta entrada. POr cierto me he pasado por tu trabajo y que manos más prodigiosas y que cabezas más pensativas :).

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  2. Vaya Pepa! Me dejas sin palabras y con más admiración de la que ya te tengo por tu naturalidad y esa personalidad tan llena de sol y amistosa... No podría coincidir contigo más. Gracias por tu entrada, mi niña!

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