jueves, 4 de abril de 2013

NUNCA ES TARDE

Aquí estamos otra vez. He pasado estas semanas, incluída la semana santa, entre hilos, telas, libros, cuentos, muñecos y recuerdos. He descubierto que nunca es tarde para las ilusiones, que los deseos no tienen metas y que las "ganas de hacer" crecen si las alimentas bien.



He cumplido ilusiones que tenía pendientes, he reinventado una vieja bolsa y he diseñado "algo" que lleve retazos de añoranza y recuerdos. Ahora me queda unirlos con mucho cariño y regalarlos con más ilusión.





He recuperado mi infancia con bocaditos de dulzura, y mis "ganas de hacer" compartidas noche tras noche, a partes iguales con Campanilla, consiguieron un gran pastel.
Ha sido una pequeña muñeca, compañera de muchos juegos de la que ni sabíamos su nombre y la he encontrado. Estaba atrapada en estas redes que frecuento, y nada mas verla, nos reconocimos al instante.
Ángela es su nombre y siendo compañera de juegos siempre fue de uniforme de colegio, por eso para mi era "la colegiala".





Ahora es "mi Ángela". Me aporta bonitos y pequeños recuerdos cuando la miro mientras paso las hojas de mi cuento de caperucita roja. Al lado, mi perro y mi gata, tumbados entre telas de bonitos diseños y colores, junto a mi sillón. Y mi mente dando vueltas y mas vueltas, mientras mis dedos se deslizan por las teclas de este invento, acercándome a la gente que quiero acercarme, reuniendo ideas, coleccionando datos y encontrando mil y un motivos para reafirmarme en que nunca es tarde para creer en uno mismo.

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