domingo, 6 de octubre de 2013

DOS PERSONAJES Y UN DIALOGO PARA UN CUENTO DE OTOÑO




- ¿Y tu, cariño, dime, a ti como te ha tratado la vida?

- Pues he tenido de todo, tiempos de bonanza y tiempos totalmente perdidos. He disfrutado, reido exultante, con la felicidad saliendo por mis poros...pero también he sufrido pérdidas, he llorado lágrimas amargas de desilusión y he sentido en mi piel la nostalgia de la tierra.

- La vida no es como nos la contarón ¿verdad?....Tanto tiempo pensando en el futuro, en crecer y ser mayores.... Tantos momentos de separación de nostalgia, de ganas de arrugar el mapa y achicarlo hasta juntar la tierra que nos vio nacer y ésta, que nos ha permitido vivir....¿y ahora?

- Pues ahora.... Somos mayores. Aqui estamos, disfrutando de lo poco o mucho que hemos aprendido, de lo bello o lo menos bello que hemos conseguido guardar en nuestra memoria. De nuestros logros y de nuestras satisfacciones, pero siempre mirándolo desde el prisma que nos da el saber del paso de los años.
Hemos vuelto a nuestra tierra, tenemos un gran y tierno vagaje que mirar cada noche y sonreir al contemplarlo, con serenidad y con madurez y siempre siempre, con ganas de sonreirle a la vida, a los nuestros y por fin.....a ti, amor mio.

- Escucha, amor, estamos en el otoño de nuestra vida....mira a tu alrededor...¿que ves, cariño?

- Veo hojas cubriendo el suelo, como una manta que da calor y color....veo cielos grises y noto ya, la brisa suave y fresca que anuncia la lluvia.

- Pues asi estamos nosotros ahora...nuestros logros o decepciones nos cubren y nos dan calor o frío, según nos haya ido, pero aqui estamos.
. Los cielos grises, la brisa suave y ese olor a lluvia nos pertenece....necesitamos brisas suaves a nuestro alrededor, hijos, nietos, familia....
necesitamos ese olor a lluvia, que nos despierta los sentidos dormidos, y ese cielo grisáceo que ya dejó atrás al ardiente sol del verano...Estamos en nuestro otoño.
Y éste otoño ya no volverá, dará paso a un invierno, ¡quien sabe como!, si crudo, templado o con grandes nevadas.

- Viviremos este otoño plenamente. Daremos grandes paseos entre las veredas de la vida, que ya recorrimos, pero que nos abre nuevos caminos y nos invita a descubrir nuevos rincones tranquilos entre la espesura del bosque.

- Bailaremos bajo la lluvia que nos venga, cantando y bailando; porque siempre sera mejor la lluvia, que la sequía y si diluvia sacaremos el paraguas de la paciencia o nos pondremos el impermeable de la esperanza.

De ahora en adelante, juntos de la mano, recogeremos los frutos que encontremos por el camino, los malos y podridos que encontremos los apartaremos, sin dedicarles la más mínima atención.

Y al calor del hogar, bien abrigados por el tiempo recuperado, y ganada la batalla a la nostalgia, nos beberemos a tragos largos la vida que nos queda, a gusto con nosotros mismos, con nuestra piel, nuestras heridas y medallas y sonriendo a éste, nuestro otoño.



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