sábado, 11 de abril de 2009

CARTA A UN TESORO

¡Hola Celeste!

. Gracias. Gracias por ese comentario que ha sido uno de los regalos mas "intensos" que he recibido en el día de mi cumpleaños.Es un orgullo para mi, y para las otras dos "enriquecedoras" contar con tu madre en nuestro Club de los miércoles, y un lujo y un placer contarme entre sus amistades.
Te felicito, ser capaz de apreciar, agradecer y ver las cosas maravillosas que tiene, ese ser humano, llamado madre, que lleva contigo, años, a veces de una dulzura exquisita, otras como la guerrera que es, entrando en batalla, otras desmoronándose por un "porquemepasaestoami", acompañándote en tus momentos claves, durante tu infancia, con esas mil y una dudas que nos abordan a las madres de si lo estaremos haciendo bien, en tu adolescencia, como una amiga leal ayudándoos en lo que buenamente nos dejais o ya de adultos en un "tête à tête", cuando nos concedéis esas migajas de vuestro tiempo, para acompañaros de compras, o ir al cine, o a merendar y compatir confidencias, intimidades, entre coca-cola y café con leche, añorando, mientras nos vemos reflejadas en vuestros ojos, añorando digo, esa juventud, esa lozanía, que apenas unos años atras disfrutábamos, y ahora recordamos y vivimos a través de vosotros,.... ser capaz de valorar y cantar a voz en grito sus alabanzas, es digno de felicitación, y ¿porqué no?
de orgullo materno. Por supuesto, siempre contando con la ayuda inestimable del zapa jefe, pero eso es otro cuento, en otro día.

Si has leido en mi blog, el 6 de febrero, In Memorian, te habrás dado cuenta de lo que para mi significa mi madre. Todo, para mi, mi madre es todo, es mi referencia principal en esta madeja tan difícil de desliar, que es la vida. Yo, no tengo la suerte de tenerla al lado, aunque tú la tienes un poco lejos, para consultarla, pero la llevo, tan dentro de mi, que cuando tengo alguna duda en algo, desde dentro me consuela, me calma, me ilumina, me dirige,....alguién me preguntó una vez, que si existiera la posibilidad de ver de nuevo a mi madre, hace treinta y dos años que no la veo, ¿que le dirias?. No lo pensé ni un minuto,: me la comería a besos.

Me imagino que ahora que estas lejos, ves las cosas de otra manera, los humanos somos asi, tenemos que tener las cosas buenas fuera de nuestro alcance, para apreciarlas en todo su valor. Disfrútala, quiérela, achúchala, bésala todo lo que puedas cuando vengas y cada vez que la veas, que nunca te parezca poco, y habla con ella y siente su voz y huele su piel, que todo eso te traspase y se te quede dentro para el resto de tu vida, te ayudará mucho cuando la tengas lejos y te aportará calma en tus momentos de inquietud.

Muchas gracias de nuevo y aqui me tienes para lo que quieras, tesoro, Besos.


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