La vida se construye o se destruye a golpes de sies y noes. Nuestra historia personal es esa cadena que cada uno va engarzando con sus decisiones. Unos la definen como "el destino", otros, como el resultado de sus aciertos y sus errores.
Y mientras el SI tiene un peligroso prestigio, el NO tiene un erróneo rechazo.
A primera vista un SI es acuerdo, confianza...., compromiso, mientras que un NO se entiende como desacuerdo, desinterés....,ruptura.
Ante cualquier demanda, lo agradable, lo fácil, lo cómodo es decir SI, porque aceptar no plantea disgustos, discusiones ni enfrentamientos...hasta que un día, tal vez, surgen. Y entonces el generoso, el bueno, se transforma en negado, en ¡cuanto has cambiado! en ¡antes no eras así!.
Todo, porque no supo dar un NO en áquel momento duro o conflictivo.
Después de un mal vicio, lo que mas perjudica es dar un SI por un NO; exactamente, eso es la equivocación.
Cada NO sensato dado a tiempo, es un SI para la paz y tranquilidad de uno mismo.
(Salvo algunas variaciones, incluído el título, este escrito es un resumen de un artículo reciente de mi leída Angela Becerra. Es tal cual, mi pensamiento actual, tal cual lo hubiera plamado yo, en el papel.)
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