martes, 4 de mayo de 2010

FELIZ DIA DE LA MADRE



Aquí seguimos haciéndonos preguntas y contestándonos respuestas, sin dejar de intentar poner orden en en este caos primaveral de casa, cosas y vida, aunque primaveral, lo que se dice primaveral...yo diría que mas bien invernal. ¡¡Menos mal, que como una va lenta, en esto del caos, no hemos guardado abrigos, porque si no, ya estábamos, seguro, con un cisma dentro del caos!!.

Yo este domingo, hice un paréntesis en ese desorden ordenado, que voy organizando, porque aunque no me gusta entrar en la rueda del consumismo impuesto a golpe de Corte Inglés, televisión y empresas varias, también sabéis que me encanta celebrar, por lo que conlleva de reunión, de felicitación, de romper con la rutina.

Siendo como ha sido este domingo, un día especial para las madres, seguramente hemos disfrutado, las que hemos podido, de los hijos y con los hijos de alguna forma, bien sea con regalos, invitaciones o lo que mas nos gusta a las madres, su presencia, sus besos, abrazos y arrechuchos varios.
Y las más afortunadas habrán disfrutado con sus hijos y sus madres, es decir por ambas caras. Disfrutar de ese privilegio. A algunas, en el libro de la vida, un borrón, nos dejo sin una cara de dicha página.

Dada la crisis que nos rodea, ese enemigo que nos agobia y asfixia, mucho me temo que no haya sido, la mejor de las celebraciones aunque que yo sepa, no hay, hoy por hoy, crisis en el sector afectivo. Los besos y abrazos siguen estando muy asequibles, son muy baratos, al alcance de todos los presupuestos, y además puedes regalar mas de uno, diez o veinte, no hay escasez ni aumento de precio.

¡¡A mi es lo que mas me gusta que me regalen!!
Como dice "el Canto del Loco" en su álbum "Zapatillas":
"Y ESO ES LO QUE QUIERO, BESOS
QUE TODAS LAS MAÑANAS ME DESPIERTEN DE ESOS,
QUE SEA POR LA TARDE Y SIGA HABIENDO BESOS
YLUEGO POR LA NOCHE, HOY, ME DEN, MAS, BESOS PA CENAR".

En mi casa, tenemos una costumbre: que en el día de la madre, es la madre la que regala, no los hijos. Hace mucho tiempo que la seguimos, no tiene un porqué, simplemente me gusta y a ellos también. Y lo dicho, no hay como aliarse con el enemigo cuando éste se presenta: Un cajón lleno de besos, un abrazo tan grande, que abarque a los tres, tantas risas y buenos momentos, que no veamos la hora de separarnos, y todo esto, sentados en una mesa, delante de unas tortillas de mamá, hechas con mucho cariño y cebolla y un postre dulce, muy dulce, tan dulce, como estos momentos.

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