Por desgracia no lo conservo pero gracias a este invento, localicé un ejemplar como el mio, y aqui guardadito lo tengo siempre a mano para recordar esas tardes.
Pero no voy a hablar del cuento de Caperucita, simplemente recordando a Caperucita Roja, me ha salido esta bolsa, que no se porqué me parece de Caperucita... ó de cuento.
Por un lado aparece la casita del bosque de caperucita...
Y por el otro...simplemente, todo corazón.
No se para que la utilizaré, por lo pronto, la tengo como costurero, es cómoda para transportar, pero siempre puedo llenarla de viandas e irme al bosque, si alguien me dice la dirección de su abuelita, prometo entregarla en mano y no hablar con desconocidos lobos por el camino.
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